Fobias Específicas: ¿En qué consisten? ¿Qué áreas cerebrales están implicadas y qué papel juegan? (Artículo de Revisión).

Palabras clave: fobias específicas, trastornos de ansiedad, DSM-5, miedo, conducta de evitación, teoría bifactorial de Mowrer, condicionamiento, zonas cerebrales, amígdala, corteza cingulada anterior, ínsula, corteza prefrontal medial, corteza orbitofrontal, tálamo.

Los trastornos de ansiedad:

Los trastornos de ansiedad son el tipo de con más prevalencia entre la población mundial, con una edad temprana de aparición y una alta probabilidad de cronificación. 

Según el DSM-5 las fobias específicas son un tipo de trastornos de la ansiedad, los cuáles son:

·      Trastorno de ansiedad por separación.

·      Fobias específicas.

·      Fobia social.

·      Trastorno de angustia.

·      Agorafobia.

·      Trastorno de ansiedad generalizada.

·      Trastorno de ansiedad inducido por sustancias.

¿Ansiedad sana o patológica?

Sin embargo la ansiedad es un estado normal que todo el mundo puede experimentar en diferentes momentos de su vida, sin necesidad de tener un trastorno asociado ya que consiste en una experiencia adaptativa. Es cuando este miedo, esta ansiedad se extrapola a situaciones que no suponen un peligro real para la persona donde la ansiedad se vuelve patológica.

Las fobias específicas:

Las fobias específicas son uno de los trastornos de ansiedad con una mayor tasa de prevalencia en la población y suele aparecer a edades tempranas.

Mantienen una estrecha relación con el miedo que podemos definir como una experiencia adaptativa para lograr la propia supervivencia de la especie, el cual se pone en marcha ante situaciones reales de peligro. Sin embargo cuando este miedo se extrapola a situaciones que no suponen ningún peligro real, se consideraría desadaptativo y aparecería lo que conocemos como fobia.

Las fobias están consideradas como un trastorno de ansiedad y estarían caracterizadas por un miedo persistente e intenso a situaciones, objetos o actividades específicas. Los pacientes son conscientes de que se trata de un miedo irracional pero no son capaces de superarlo por lo que evitan constantemente el objeto o situación que les provoque este miedo. Además, cuando se presenta la situación fóbica, estas personas pueden tener una serie de síntomas fisiológicos como temblores, taquicardias, sudoración, es decir, presentan síntomas característicos de la ansiedad.

La teoría bifactorial de Mowrer:

Muchas de las teorías cognitivas conductuales nos pueden ayudar a comprender cómo se originan las fobias. Entre estas, adquiere gran relevancia la teoría bifactorial de Mowrer la cual sugiere que los estímulos condicionados adquieren propiedades motivacionales y que la conducta que consiga reducir el miedo con éxito (conducta de evitación) se fortalecerá”. Por lo tanto, esto intentaría explicar cómo se originaría y mantendría la conducta de evitación, de manera que la sensación de alivio que siente la persona cuando evita el estímulo temido hace que aparezca una reacción de evitación condicionada; es decir, puede suceder que un estímulo neutro adquiere una propiedad dolorosa por un evento concreto y que este se convierta en un estímulo condicionado al mezclarse con un estímulo incondicionado y que provoque la respuesta de ansiedad.

Bases neuroanatómicas de la fobia:

El desarrollo de este proceso de condicionamiento en la adquisición de la fobia está relacionado con la activación de distintas zonas cerebrales, “existe evidencia de que los principales territorios prefrontales están involucrados en la emoción y que la corteza prefrontal izquierda puede ser un área en la que se integran la cognición y la emoción”. Según varios estudios, la amígdala es considerada como una de las zonas cerebrales más importantes en la adquisición del miedo. Además, también se han encontrado otras zonas que parecen estar involucradas en el condicionamiento del miedo como la corteza cingulada anterior, la ínsula, la corteza prefrontal medial, la corteza orbitofrontal y el tálamo.

Bibliografia:

Espinar García, M. D. L. N. (2020). Relación entre actividad cerebral y medidas comórbidas de personalidad con ansiedad en fobias específicas.